¿Por qué limpiar los grifos cada cierto tiempo?
Limpiar los grifos es importante porque, con el tiempo, los aireadores y cabezales acumulan residuos como cal, sedimentos y minerales. Estos obstruyen el flujo del agua, reduciendo la presión. Al limpiarlos regularmente, se garantiza un flujo constante y eficiente, además de prolongar la vida útil de los grifos y evitar problemas más graves en el sistema de fontanería.
Para limpiar los grifos hay que:
Cierra el suministro de agua: Antes de comenzar, asegúrate de cerrar la llave de paso para evitar posibles derrames.
Retirar el aireador: Desenrosca el aireador o filtro del grifo (la pieza que está en la punta del grifo por donde sale el agua). Si está atascado, usa una llave ajustable con cuidado para no dañarlo.
Limpia el aireador: Desmonta las piezas del aireador y remójalas en una mezcla de agua tibia y vinagre blanco durante 15-30 minutos para deshacerte de restos de cal y sedimentos.
Cepilla las piezas: Con un cepillo de dientes viejo o un cepillo pequeño, frota suavemente las piezas para eliminar cualquier residuo.
Enjuaga y seca: Lava las piezas con agua limpia y sécalas bien antes de volver a montarlas.
Limpia la rosca del grifo: Mientras el aireador está fuera, limpia también la rosca del grifo para eliminar cualquier suciedad acumulada.
Vuelve a montar y coloca el aireador: Ensambla las piezas del aireador y atorníllalo nuevamente en el grifo.
Abre el suministro de agua: Finalmente, abre la llave de paso y prueba el grifo para asegurarte de que la presión de agua es adecuada.
